La muerte de terneros es responsable de pérdidas económicas considerables a los productores lecheros. Las pérdidas de terneros, que pueden variar entre 5 y 50%, parecen estar asociadas a un gran número de factores, pero los principales serían el tiempo transcurrido desde el nacimiento hasta la primera ingesta de calostro, el tamaño del rebaño y el personal a cargo de la crianza de terneros.
Consumo de calostro
El ternero nace sin inmunidad, de ahí la importancia del consumo de calostro, que aporta los anticuerpos producidos por la madre y que una vez ingeridos por el ternero, se incorporarán a su flujo sanguíneo. La investigación ha mostrado que la capacidad del ternero para absorber el calostro ya ha disminuido una hora después del nacimiento. Si a las 24 horas el ternero no ha recibido calostro, la probabilidad de sobrevivencia se reduce notablemente.
Tamaño del rebaño
Diversos estudios han mostrado una tendencia a la presentación de mayores mortalidades de terneros a medida que se incrementa el tamaño del rebaño. Probablemente esto es cierto al comparar rebaños de 50 con rebaños de 250 vacas. En rebaños más grandes (600 a 1.000 vacas) existe personal cuya única función es atender terneros; esta especialización permite una mayor atención en los detalles y una mayor capacidad para cumplir con programas establecidos.
Personal a cargo de terneros
En muchas lecherías, la alimentación de terneros no es una actividad de tiempo completo, debiendo el funcionario a cargo cumplir con otras labores. Desafortunadamente, estas pueden tener una mayor prioridad, de manera que los terneros dejen de recibir el nivel de atención requerido. Una persona que desee trabajar medio tiempo, como por ejemplo la esposa de un trabajador, podría ser empleada para desempeñarse sólo como ternererera.
Los estudios han mostrado una tendencia definitiva a la disminución en las tasas de mortalidad, cuando mujeres son empleadas como ternereras. Independientemente de quien realice el trabajo, la persona deber ser paciente y tener mucho ojo para observar pequeñas diferencias en el comportamiento o apariencia de los terneros. Hay que mantener en mente que en muchas oportunidades si Ud. estuviera tan enfermo como un ternero enfermo, Ud. sería internado en un hospital bajo cuidados intensivos. Así, la persona que Ud. contrate para hacerse cargo de los terneros debe tener los atributos que la hagan apta para ser a la vez madre y enfermera.
Una encuesta de 54 lecherías del valle de San Joaquín (California), mostró que alrededor del 70% de ellas tenían algún registro de pérdidas de terneros. Estos registros variaban de contabilizaciones mensuales detalladas de pérdidas, incluyendo porcentajes de sobrevivientes hasta simples bitácoras con registros de nacimientos y muertes. Aunque la mayoría de las lecherías llevaba registros, muchas no procesaban la información y se sorprendieron cuando cálculos simples revelaron la situación real de mortalidad.
Algunas lecherías han visto como una buena alternativa enviar sus terneros a criar a otras explotaciones especializadas. Una encuesta realizada en 1994 a 89 lecherías del sur del valle de San Joaquín mostró que el 20% de las lecherías no criaba a sus terneros. El 10% de las explotaciones tampoco criaba a sus vaquillas de reemplazo. En algunos casos esta decisión se toma para hacer espacio a la expansión del rebaño lechero, pero a menudo el productor lechero reconoce que un predio especializado puede hacer una crianza mejor y más económica.
Antes de pensar en un programa de incentivos para crianza de terneros, el productor lechero debe evaluar la situación actual y pasada. Para ello debe calcular algunos parámetros de mortalidad, usando sus registros. Estos deberían incluir el porcentaje de mortalidad, el total de terneros muertos, el porcentaje de nacidos muertos, el porcentaje de pérdida pre y post destete. También sería de utilidad analizar la mortalidad mes a mes para determinar posibles efectos estacionales. Obviamente un ternerero tiene poco control sobre la tasa de terneros nacidos muertos, por lo que esta variable no debería ser considerada en un programa de incentivos. Igualmente, un empleado que atiende terneros desde el nacimiento hasta el destete, tampoco debería ser evaluado en base a las mortalidades post destete. Muchas lecherías están usando hoy día programas computacionales; estos pueden ser usados con ventaja sobre los registros manuales para evaluar los datos de mortalidad.
Después de analizar la situación actual, Ud. puede encontrarse con una alta tasa de mortalidad de terneros. Es importante tratar de determinar la causa, pues ella puede estar fuera del control de sus ternereros. Sus empleados deben tener herramientas adecuadas para realizar un buen trabajo. Esto implica tener un área de maternidad limpia, alimentación y alojamientos adecuados y un buen programa de vacunación desarrollado con su veterinario. Debe pensarse suficientemente sobre la compensación que interesa entregar si se decide iniciar un programa de incentivos. Si esta es muy pequeña, el empleado puede decidir que no compensa el esfuerzo de suplir calostro a un nuevo ternero en la mitad de la noche. Por otro lado, Ud. no puede pagar más de lo que ahorra.
Al pensar en instaurar un programa de incentivos para terneros, el primer
paso debería ser proveer los elementos adecuados (instalaciones,
alimentación, sanidad) requeridos para una crianza exitosa.
© Universidad de California, 2000.
Pago de Incentivos en Lecherías
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